Una petición a la administración de Barack Obama para que ayude a paliar la deuda financiera que afecta a Puerto Rico lleva 6 de 100 mil firmas. El reclamo que empezó ayer obedece al fracaso del gobierno local en impulsar medidas económicas que logren el desarrollo de la isla, propiedad estadounidense, según la petición. Puerto Rico ayudó a Estados Unidos en guerras, argumenta la solicitud.
“Esta petición sirve de voz por el público de Puerto Rico debido a la dura caída económica que causa un aumento al consumidor y al productor que implica mayor deuda y salarios más bajos. En ese sentido el gobernador de Puerto Rico ha fracasado en aliviar y a ayudar al país en todo sentido. Estados Unidos de América, en momentos de guerra nosotros te ayudamos, es nuestro interés público y urgencia que nos ayudes.” La versión oficial del pedido está aquí, en el sitio de la Casa Blanca.
La gobernación de la isla que ha perdido un tanto su encanto con la crisis financiera, ha pagado $645.2 millones de sus obligaciones en cuanto a la deuda a sus acreedores, pero es solo un aperitivo en el doloroso camino a la recuperación económica, conforme a lo anunciado. Según cifras no oficiales, se estima la deuda de Puerto Rico en unos 13 billones de dólares.
El secretario de Hacienda, Juan Zaragoza, afirmó este jueves que el gobierno no contempla realizar un cierre de operaciones ni reducir la jornada laboral de los empleados públicos ante la grave situación fiscal que enfrentan.
Puerto Rico es territorio de Estados Unidos y en un referéndum último celebrado en la isla un 61 por ciento de los isleños votaron por la estadidad, o sea que Puerto Rico se convierta en el estado 51 de la Unión Americana. La crisis financiera que ya arrastra unos años ha reavivado el movimiento por la estadidad no solo en Puerto Rico sino también en Estados Unidos.
Los independistas quienes abogan por un Puerto Rico libre de Washington, DC, por su parte, sostienen que de convertirse en un país soberano sería mucho más práctico gobernar la isla fuera del manoseo político de locales y de los demócratas y republicanos en la capital estadounidense.
El hecho que la administración Obama esté a punto de oficializar relaciones diplomáticas con La Havana, a más tardar en un mes con la habilitación de una embajada, no solo pone aún más nervioso a los partidarios de la estadidad, sino que utilizarían como argumento para renovar su causa.
—> Editado por Anibal Ibarra
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