AUGUSTA, GA (Anibal Ibarra) - Expertos epidemiólogos de Georgia Regents University (GRU) presentaron al virus Ebola durante un panel y si bien dijeron que se trata de algo serio no debe alarmar a la población local. Aseguraron que la prevención es el mejor arma, pero en ningún momento trataron la problemática sanitaria desde la perspectiva de la comunidad indocumentada y el Affordable Care Act.
Desde su concepción como ley nacional en 2010, ACA ha planteado el dilema de la atención a las personas sin documentación apropiada y particularmente cuando un caso epidémico se planteara en el país. Ebola ha sido la pesadilla que los profesionales de la salud temieron hace cuatro años y hoy es una realidad tan palpable que los políticos de turno prefirieron ignorar.
La ley del seguro médico, también conocida como Obamacare por ser propiciada por el presidente Barack Obama, descarta a la gente sin papeles y solo beneficia a los residentes legales y ciudadanos estadounidenses. Las personas indocumentadas pueden comprar seguro médico pero a un costo elevado.
La preocupación manifestada por algunos profesionales de la salud es que ante una eventual epidemia, o peor sería pandemia - personas contagiadas con Ebola en varias partes del país - los pacientes indocumentados probablemente serían relegados de atención inmediata por causa de sus estatus migratorio. Se estima que unos 5 millones de personas con situación irregular no tendrían acceso a atención sanitaria.
El otro aspecto que no fue mencionado durante el panel en GRU sobre el virus del Ebola es que en muchas partes de Estados Unidos residen extranjeros con los mismos vicios culturales o idiosincracia de sus países originarios.
Uno de los aspectos por el cual el virus Ebola tiene éxito en su masiva expansión letal en varios sitios de áfrica es porque la población no confía en el gobierno, es ignorante, supersticiosa y carece de acceso a hospitales y atención médica básica. Muchos residentes en Estados Unidos, especialmente aquellos llegados de países en conflicto ya sea de áfrica, sudamérica u otros lugares del planeta igualmente sufren de los mismos predicamentos.
Y si agregamos la religión y la falta de dominio del inglés, la situación se planteará más complicada aún para los trabajadores de la salud si el ebola no se controla a tiempo antes que empiece a surgir en las comunidades con presencia de indocumentados.
Ciertamente cuando un caso de infección o contagio se da las autoridades van a responder sea como sea para evitar que se propague la epidemia, que es limitado a un área específico, pero para eso se tendrá que contar con la cooperación de la persona enferma.
Se espera que la gente indocumentada sea sensible en este aspecto en particular, cuando poco se ha hecho a nivel gubernamental para regularizar sus estatus migratorios y encima le dejaron de lado de la posibilidad de comprar un seguro médico razonable.
Por otro lado, los mismos ciudadanos estadounidenses en muchos casos plantean objeciones de tratamiento médico o se resisten a ser cuidados en sus necesidades sanitarias aludiendo pretextos religiosos o políticos, ya sea para no comprar seguro médico o para hacerle la contra a Obama.
Y desde el punto de vista médico diagnosticar al paciente es el primer paso de la pesadilla ya que fácilmente se puede confundir los síntomas de una gripe con los originados por el virus del Ebola. Y si se trata a un resfriado como afectado del Ebola se crean otros problemas al paciente.
¿De qué se trata?
El Ebola es una enfermedad infecciosa viral aguda que produce fiebre hemorrágica en humanos y primates (monos, gorilas y chimpancé), causada por el virus del Ebola, que se describió por primera vez en el año 1976 por el Dr. David Finkes, cuando se presentaron varios casos de fiebre hemorrágica en Zaire y Sudán. El nombre del virus se debe al río Ebola, geográficamente ubicado en Zaire.
El virus del Ebola es uno de los dos miembros de una familia de virus de ARN (ácido ribonucleico) llamado Filoviridae. Existen cinco serotipos del virus del Ebola: Ebola-Zaire, Ebola-Sudán, Ebola-Costa de Marfil y Ebola-Bundibugyo. El quinto serotipo, el Ebola-Reston, ha causado enfermedad en los primates, pero no en humanos. Es una infección que se caracteriza por una alta tasa de mortalidad, que oscila entre el 50% y el 95% de los afectados. Debido a su naturaleza letal, este virus es considerado como un arma biológica.
La prevalencia del Ebola es difícil de determinar, porque suele presentarse en forma de brotes o epidemia, sin embargo, en países como Estados Unidos la infección por este virus no es endémica, aunque existen registros de varias personas que trabajan en contacto directo con primates y que han adquirido la infección por el tipo Ebola-Reston; afortunadamente, este tipo de virus no ha demostrado efectos patogénicos en seres humanos. Otras personas en riesgo potencial son los trabajadores de laboratorio que trabajan con animales infectados o con cultivos del virus en tejidos.
Actualmente, se considera que las personas en riesgo de contraer fiebre hemorrágica por virus del Ebola son aquellas con antecedentes de viajes a áfrica subsahariana, las personas que cuidan a los pacientes infectados, así como los trabajadores que se encuentran en contacto con primates infectados de origen africano.
Cronología del Ebola y brote actual en áfrica
Países como Sudán y Zaire han registrado brotes en 1976, con 284 casos y 151 fallecidos, y 318 casos 280 defunciones respectivamente, Inglaterra para ese mismo año registro un solo caso sin fallecidos; en el año 1979 se produce un nuevo otro brote en Sudan con 34 casos y 22 fallecidos. Hacia la década de los 90 se presentan casos en Filipinas (3), Virginia y Texas (4), así mismo durante los años 1994 al 2000 Gabón registró el mayor número de casos, con más de 350 personas infectadas y alrededor de 280 fallecidos. En el año 2007 Uganda registra un nuevo brote de fiebre hemorrágica por virus del Ebola con 149 infectados y 37 muertos. Este mismo país decretó a principios de octubre de 2012 el fin del brote de fiebre hemorrágica del Ebola que se ha cobrado la vida de 17 personas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En marzo de 2014 se ha registrado el último brote, en Guinea Conakry, donde el número de afectados supera ya los mil y se ha extendido por Liberia, Sierra Leona y Mali, y en menor medida Nigeria. A día de hoy (agosto 2014), la OMS ha reconocido que el virus está fuera de control, debido sobre todo a la facilidad y rapidez que tiene para propagarse, por lo que están haciendo todo lo posible a nivel regional e internacional para intentar prevenir su expansión a otras fronteras. Asimismo, se está desaconsejando viajar -salvo casos de extrema necesidad- a las zonas de áfrica occidental más azotadas por este brote.
¿Cómo se transmite el virus del Ebola?
El virus del Ebola está considerado como sumamente infeccioso, debido a su alta tasa de mortalidad, la rapidez con la que provoca la muerte y las zonas remotas donde se producen las infecciones. Se transmite a los humanos a través del contacto con un animal huésped infectado vivo o muerto (monos, murciélagos, antílopes…) y se disemina de persona a persona por el contacto con la sangre, tejidos, secrecciones y los fluídos corporales del sujeto infectado, y por el contacto con equipo médico contaminado, tales como agujas.
Las infecciones por virus del Ebola son agudas y no existe el estado de ‘portador’. Debido a que el reservorio natural del virus es desconocido, la manera en que el virus aparece por primera vez en un ser humano en el inicio de un brote no se ha determinado aún.
La transmisión nosocomial se refiere a la propagación de una enfermedad dentro de un centro hospitalario, este tipo de transmisión ocurre con frecuencia durante los brotes de virus del Ebola. En la mayoría de los centros de salud de áfrica los pacientes son atendidos sin mascarilla, batas o guantes. Además, cuando las agujas o jeringas que se utilizan pueden no ser del tipo desechable, si se contaminan con el virus y luego se vuelven a utilizar, muchas personas pueden ser infectadas.
De hecho, si se produce la muerte del afectado por el virus, el protocolo indica que no se le puede realizar la autopsia por el alto riesgo de contagio por los fluidos de la víctima, por lo que deberá ser incinerado.
El brote de Ebola que surgió en 2013 en áfrica occidental sigue extendiéndose por Guinea, Sierra Leona, Liberia y Nigeria. Está fuera de control según Médicos Sin Fronteras (MSF), uno de los organismos internacionales que se encarga de su contención sobre el terreno y según la OMS su propagación se está acelerando. De momento, se han registrado al menos 3.330 muertes y 7.157 casos. Los afectados se encuentran en múltiples lugares, muchos de ellos de difícil acceso. Además, de momento se ha registrado un caso en otro país, Senegal, y se ha producido un brote paralelo en República Democrática del Congo (RCD), con 68 casos y 41 muertes.
MSF alerta de la necesidad de destinar más recursos (donaciones aquí) para contener el brote, y el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), encargado del monitoreo y controlar la epidemia, habla de un brote «sin precedentes por el número de casos y la dispersión geográfica».
Dada la amplitud del brote, recomienda no viajar a Liberia, Sierra Leona ni Guinea salvo que se trate de un viaje esencial. Al mismo tiempo, aconseja a los viajeros que vayan a Nigeria y RCD que tomen precauciones.
El viernes 8 de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó el estado de emergencia sanitaria internacional. Recomendó realizar restricciones de viajes de personas susceptibles de estar contaminadas e incluir análisis de sangre. Y el día 11 de agosto, el organismo de Naciones Unidas dio el visto bueno para utilizar medicamentos experimentales en el brote. El anuncio se produjo después de que una comisión de 12 expertos considerase «ético» usarlos aunque no se conozcan los posibles efectos secundarios o la efectividad, dada la gravedad de la situación. Con este propósito, se ha planteado utilizar el suero experimental ZMapp, el TKM y se han puesto a punto otros remedios, incluso alguno para el «hermano gemelo» del ébola, el virus marburgo.
Con respecto al suero experimental el Dr. Steven Weiss, profesor asociado de Filosofía del GRU, subrayó la importancia de tener abundante cautela al distribuir a la población afectada en áfrica. Si en vez de contener la propagación del virus ocurre lo contrario el resultado sería devastador, ya que se perdería quizá por un largo periodo de tiempo cualquier confianza en la medicina occidental.
“Si el suero no funciona la consecuencia sería peor de lo que pudiéramos imaginar no solo en pérdidas humanas ahora ahora sino en más muertes en el futuro también”, puntualizó. Cabe apuntar que varios profesionales de salud han sido ya asesinados tratando de ayudar a los infectados, en ocasiones por las mismas víctimas del virus, por cuestiones religiosas, desconfianza o por las crisis políticas en medio de todo el espectro epidémico.
Según la OMS, desde el descubrimiento del virus ébola en 1976 se han documentado en torno a 1.850 casos de fiebres hemorrágicas, de los que más de 1.200 fueron mortales. De octubre 2001 a diciembre de 2003, varios brotes de Ebola del subtipo Zaire fueron reportados en Gabón y la República del Congo, con un total de 302 casos y 254 muertes.
Se destaca que los reportes mencionados caducan al instante ya que siguen aumentando o disminuyendo a medida que el virus se propaga o se contiene, dependiendo del país atacado.
En Augusta las autoridades sanitarias están en alerta contínua y especialmente porque la ciudad es sede del centro hospitalario y científico de la región sureste del país. Si alguien es sospechoso de estar infectado con el virus se puede tener resultado laboratorial en 24 horas como mínimo.
—> Artículo realizado con aportes de la OMS, UNICEF, y profesionales de GRU.
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